lunes, 26 de septiembre de 2011

QUE IRONIA, PERO QUE VERDAD!

Bienaventurados los pobres en espíritu
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Mateo 5:3
El que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Marcos 10:15

¿Cuál es el sentido de este pasaje del evangelio? A veces se oye decir, en un tono algo irónico, que los humildes (o pobres) en espíritu son personas con poca inteligencia, y que como son inconscientes de los peligros y de las dificultades, viven más tranquilos y felices. A veces incluso se dice que es necesario ser muy ignorante para tener fe, y que a menudo quienes la tienen son los pobres de espíritu.
Sin embargo, el versículo de Mateo 5 citado en el encabezamiento no quiere decir eso. Los pobres en espíritu pueden ser personas muy inteligentes, pero son conscientes de la pobreza de sus conocimientos, así que ni se les ocurre discutir con Dios. Reconocen cuáles son sus limitaciones, por ello no se fían de sus capacidades para comprender la verdad. Ante la profundidad de lo que Dios revela en la Biblia, simplemente aceptan lo que él les dice.
En el segundo versículo de hoy Jesús expuso un pensamiento muy similar: la única forma para acercarse a Dios es hacer como un niño pequeño, que sin razonar cree lo que sus padres le dicen, sencillamente porque no tiene la capacidad para comprenderlo todo, y sobre todo porque tiene confianza en ellos.
Sepamos ser esos pobres en espíritu, sin ilusión ni pretensión. Anhelemos asir por la fe lo que Dios desea revelarnos: el acceso al “reino de los cielos”, ese ámbito espiritual en el que Jesús es el Salvador y Señor.


Fuente: labuenasemilla.net

lunes, 28 de marzo de 2011

PECADOR O NO PECADOR


NUNCA LO PENSE DE MI

Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino... Isa 53:6
Así está escrito: "No hay un solo justo, ni siquiera uno..." Rom 3:10
Todos se han extraviado; por igual se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno, no hay ni siquiera uno." Rom 3:12
En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder... Rom 8:3
"No hay temor de Dios delante de sus ojos." Rom 3:18
No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco. Rom 7:15
Así que descubro esta ley: que cuando quiero hacer el bien, me acompaña el mal. Rom 7:21
...pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios,...Rom 3:23
Entonces:" ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?" Rom 7:24
( PERO, QUE NECESIDAD HABIA DE PAGAR LO QUE NO DEBIA? Y MUCHO MENOS QUE OTRO LO HICIERA POR MI!)
MUCHO MENOS QUE FUERA ASI
...Si me enojo con mi hermano quedo sujeto al juicio del tribunal... Mat. 5:22
...Si miro una mujer para codiciarla, ya he adulterado con ella en el corazón..Mat 5:28
...Si repudio a mi mujer, a no ser por causa de adulterio, hago que ella adultere...Mat 5:32
...Que no debo jurar de ninguna manera, es decir que cuando diga si es si y cuando diga no, es no...Mat 5:36,37
...Que no debo resistir al malo, sino que por el contrario debo darle lo que me pida, y si me da en la mejilla, debo ponerle la otra ( lo dice Jesús ) ...Mat. 5:38-42
...Que ame a mi enemigo, que bendiga al que me maldice, que haga bien al que me odia y que ore por el que me ultraje y persiga...Mat 5:43,44
...Que cuando ayune no ponga cara triste como los hipócritas para que me vean...Mat 6:16
...Que no haga tesoros aquí en la tierra, donde estos se acaban u otros se los roban...Mat 6:19-21
...Que no viviera tan preocupado de la añadidura (comida, ropa, bienes, cosas...) sino que buscara primeramente el reino de Dios... Mat 6:33
...Que no anduviera preocupado por sacar la paja del ojo ajeno sin antes sacar el tronco del ojo mío... Mat. 7: 3-5
...Y que no diera lo santo a los perros, ni echara las perlas delante de los cerdos , no fuera que las pisotearan y se volvieran y me despedazaran...Mat. 7:6
"ASI QUE TODAS LAS COSAS QUE QUIERO QUE LOS DEMAS HAGAN CONMIGO, ASI TAMBIEN LAS TENGO QUE HACER YO CON ELLOS " Mat. 7:12
(YO, TAN BUENO, Y TODO LO QUE HACIA... PERO ASI Y TODO NO ME CONSIDERABA PECADOR. YO? MUCHO MENOS TENER QUE LLEGAR A PAGAR, POR QUE?)
Y AUNQUE HACIA MUY POCO DE ESTO
- Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje, idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismo y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. (Gal 5:19-21)
-...fornicario, idólatra, adúltero, sodomita, pervertido sexual, ladrón, avaro, borracho, calumniador, estafador... (1 Cor.6:9,10)
-...inmoral...avaro, idólatra. ( 1 Cor. 5:10)
-...con amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia.. ( Efe. 4:31)
-...mentira, robo, enojo, conversaciones obscenas...(Efe 4:28,29; Col. 3:5-9))
-...necio y desobediente...descarriado... esclavo de todo género de pasiones y placeres...malicioso...envidioso...detestable y odiador de otros. (Tito 3:3
-...me creía religioso pero no le ponía freno a mi lengua...(Santiago1:26)
-... toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación... repleto de envidia, homicidio, disensiones, engaño y malicia...chismoso, calumniador, enemigo de Dios, insolente, soberbio y arrogante; ingenioso de maldades; rebelado contra los padres; insensato, desleal, insensible, despiadado...(Rom 1:29-31)
Y MAS AUN (LO QUE ME FALTABA):" ¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros y sin embargo haces lo mismo que ellos? ...por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio." Rom. 2:3,5
"Así que descubro esta ley: que cuando quiero hacer el bien, me acompaña el mal... ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?" Rom. 7: 21, 24
MUCHO MENOS COMPRENDIA ESTO
- "¿Qué mérito tienen ustedes al amar a quienes los aman? Aun los pecadores lo hacen así.
¿Y qué mérito tienen ustedes al hacer bien a quienes les hacen bien? Aun los pecadores actúan así.
¿Y qué mérito tienen ustedes al dar prestado a quienes pueden corresponderles? Aun los pecadores se prestan entre sí, esperando recibir el mismo trato" - Luc. 6:32-34
- "Ningún árbol bueno da fruto malo; tampoco da buen fruto el árbol malo.
A cada árbol se le reconoce por su propio fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas.
El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca" - Luc 6:43-45
- "¿Por qué me llaman ustedes 'Señor, Señor', y no hacen lo que les digo?" - Luc. 6:46
- A otro le dijo: --Sígueme. --Señor --le contestó--, primero déjame ir a enterrar a mi padre.
Deja que los muertos entierren a sus propios muertos, pero tú ve y proclama el reino de Dios --le replicó Jesús - Luc 9:59,60
- Otro afirmó: --Te seguiré, Señor; pero primero déjame despedirme de mi familia.
Jesús le respondió: --Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios.- Luc. 9:61,62
- Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía.
Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo: --Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude! --Marta, Marta --le contestó Jesús--, estás inquieta y preocupada por muchas cosas,
pero sólo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará. - Luc . 10:38-42
...NO COMPRENDIA QUE EL SENOR ME LLAMABA A ESCOGER LO MEJOR: " Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas "Mat. 6:33
NO SABIA LO QUE COSTABA SEGUIRLO
- 27 Mientras Jesús decía estas cosas, una mujer de entre la multitud exclamó: --
¡Dichosa la mujer que te dio a luz y te amamantó!
28 --Dichosos más bien --contestó Jesús--los que oyen la palabra de Dios y la obedecen. (Luc 11)
- 15 "¡Tengan cuidado! --advirtió a la gente--. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes ( Luc. 12)
- 16 Entonces les contó esta parábola: --El terreno de un hombre rico le produjo una
buena cosecha.
17 Así que se puso a pensar: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde almacenar mi cosecha.'
18 Por fin dijo: 'Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, donde pueda almacenar todo mi grano y mis bienes.
19 Y diré: Alma mía, ya tienes bastantes cosas buenas guardadas para muchos años.
Descansa, come, bebe y goza de la vida.'
20 Pero Dios le dijo: '¡Necio! Esta misma noche te van a reclamar la vida. ¿Y quién se quedará con lo que has acumulado?'
21 "Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de
Dios. ( Luc. 12)
- 22 Luego dijo Jesús a sus discípulos: --Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán; ni por su cuerpo, con qué se vestirán.
23 La vida tiene más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa.(Luc.12)
- 31 Ustedes, por el contrario, busquen el reino de Dios, y estas cosas les serán añadidas (Luc.12)
- 34 Pues donde tengan ustedes su tesoro, allí estará también su corazón.(Luc.12)
- 24 --Esfuércense por entrar por la puerta estrecha --contestó--, porque les digo que
muchos tratarán de entrar y no podrán.(Luc.13)
- 30 En efecto, hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.(Luc.13)
- 13 Más bien, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos.
14 Entonces serás dichoso, pues aunque ellos no tienen con qué recompensarte, serás recompensado en la resurrección de los justos. (Luc.14)
- 26 "Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo. (Luc.14)
- 33 De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes,
no puede ser mi discípulo.(Luc.14)
ENTONCES, TENIA QUE OBEDECER A..., RENUNCIAR A..., DEJAR DE AMAR AQUELLO QUE..., NO ACUMULAR Y CONFIAR EN..., JUNTARME CON..., HACERME DE ULTIMO DESPUES DE CREERME EL PRIMERO...(???)
23 “Dirigiéndose a todos, declaró: --Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga”. (Luc. 9)
ES DECIR, ¡¡¡ TENIA QUE RENUNCIAR A TODO !!!
( Y YO ANDABA BUSCANDO UN DIOS BUENO, QUE ME LIBARARA DE TODO MAL, DE TODO PELIGRO – “ANGEL DE MI GUARDA, MI DULCE COMPAÑÍA...” – Y QUE ADEMÁS ME DIERA TODO LO QUE YO QUERÍA, SIN PENSAR EN LO QUE ÉL PENSARA, Y MUCHO MENOS EN OBEDECER SUS MANDATOS: UN DIOS HECHO A MI MEDIDA...)
ME PASABA LO QUE A TODO EL MUNDO
(…No pensaba en la grandeza y la majestad del Dios que no conocía y que creía conocer…Me acercaba a El para pedirle cosas…lo que creía que El le daba a uno y para lo cual existía…trabajo, comida, ropa y los demás…No sabia delante de Quien me presentaba y para que me debería presentar… “ acerquémonos confiadamente al
trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el
momento que más la necesitemos.”… Heb. 4:16
No sabia (???) que era un Dios tan grande y majestuoso !!!!! y me acercaba delante de El para pedirle cosas, cuando lo que me quería dar había costado la vida y sangre de Jesucristo… )
4…el Señor, en las alturas, se muestra poderoso:
más poderoso que el estruendo de las muchas aguas,
más poderoso que los embates del mar Salmo 93
3 Porque el Señor es el gran Dios, el gran Rey sobre todos los dioses.
4 En sus manos están los abismos de la tierra; suyas son las cumbres de los montes.
5 Suyo es el mar, porque él lo hizo; con sus manos formó la tierra firme. Salmo 95
7 Porque él es nuestro Dios y nosotros somos el pueblo de su prado;
¡somos un rebaño bajo su cuidado! Salmo 95
3 Proclamen su gloria entre las naciones, sus maravillas entre todos los pueblos.
4 ¡Grande es el Señor y digno de alabanza, más temible que todos los dioses!
5 Todos los dioses de las naciones no son nada,
pero el Señor ha creado los cielos. Salmo 96
9 Póstrense ante el Señor en la majestad de su santuario;
¡tiemble delante de él toda la tierra! Salmo 96
7 Sean avergonzados todos los idólatras, los que se jactan de sus ídolos inútiles.
¡Póstrense ante él todos los dioses! Salmo 97
1 El Señor es rey: que tiemblen las naciones.
Él tiene su trono entre querubines: que se estremezca la tierra.
2 Grande es el Señor en Sión, ¡excelso sobre todos los pueblos!
3 Sea alabado su nombre grandioso e imponente:
¡él es santo! Salmo 99
9 Exalten al Señor nuestro Dios; adórenlo en su santo monte:
¡Santo es el Señor nuestro Dios! Salmo 99
1 Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre.
2 Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias;
4 él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión;
5 él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas. Salmo 103
1 ¡Alaba, alma mía, al Señor! Señor mi Dios, tú eres grandioso;
te has revestido de gloria y majestad. Salmo 105
24 ¡Oh Señor, cuán numerosas son tus obras! ¡Todas ellas las hiciste con sabiduría!
¡Rebosa la tierra con todas tus criaturas! Salmo 105
31 Que la gloria del Señor perdure eternamente; que el Señor se regocije en sus obras.
32 Él mira la tierra y la hace temblar; toca los montes y los hace echar humo.
33 Cantaré al Señor toda mi vida; cantaré salmos a mi Dios mientras tenga aliento.
34 Quiera él agradarse de mi meditación; yo, por mi parte, me alegro en el Señor. Salmo 105

Fuente: Mario Wm. Cortés G

jueves, 3 de febrero de 2011

COMO LLEGAR AL CIELO

MANERAS DE LLEGAR AL CIELO

Tengo que ir al cielo, y ya sé como ir» dijo Raput Jungimere, de sesenta años, un anacoreta de la India. Y tendió en el suelo una cama de puntillas de tres metros de largo por uno de ancho. Y sobre esa cama de puntillas se acostó a dormir. Para él, esa era su manera de ir al cielo. Pero a los seis meses desistió de su propósito. Se había llenado de tantas pulgas que las picadas de los insectos eran un tormento mayor que el de los clavos.
En este mundo hay muchas maneras propuestas de ir al cielo. A lo largo de seis mil años de historia civilizada, el hombre ha ensayado no menos de once mil maneras diferentes de llegar al cielo y alcanzar la gloria.
Son esas las tantas religiones que se disputan, con buenas y con malas artes, la devoción de los interesados.
Hay quienes piensan que el sacrificio corporal lo prepara a uno para irse al cielo. Son los que se encierran en celdas de monasterio, ayunan días enteros, o se flagelan con látigos de acero, o se sajan la carne hasta hacer que corra la sangre, o se acuestan en camas de puntillas como Raput Jungimere.
Son los que renuncian a todos los bienes y los placeres del mundo, y niegan a su alma todo lo que es bueno y placentero y sano, buscando aligerarla de todo peso mundanal. Son los que escogen una carrera religiosa, y hacen votos de castidad, de pobreza y de obediencia, y se rasuran la cabeza y salen a mendigar por las calles.
Pero nada de eso lleva a nadie al cielo. Ni camas de clavos, ni votos de pobreza, ni sacrificios personales, ni millones de dólares, ni bañarse en el Ganges, ni peregrinar a La Meca, ni colgarse una medallita, ni pagar una indulgencia, ni siquiera tratar de ser lo más bueno que se pueda. Se llega al cielo mediante el don de la gracia salvadora de Cristo por su sacrificio en la cruz del Calvario.
Se llega al cielo mediante un sometimiento puro y sincero a la soberanía de Jesucristo, el Hijo de Dios. Se llega al cielo mediante un arrepentimiento verdadero. Dios nos tiene preparado un hogar allá en el cielo, y espera que sigamos sus instrucciones para poder ocuparlo.

La Biblia claramente habla que solo hay un camino y una manera. No 11.000, solo una y es a través de Jesús, El Salvador.
Yo soy el camino, la verdad y la vida --le contestó Jesús--. Nadie llega al Padre sino por mí. Juan 14:6
Y por eso El es el mediador de un nuevo pacto, a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Hebreos 9:15

Fuente: www.renuevodeplenitud.com

viernes, 21 de enero de 2011

ESTAS CON JESUCRISTO?


BUSCAD AL SEÑOR MIENTRAS PUEDA SER HALLADO (Isaías 55:6-9)

6. “Buscad al Señor mientras pueda ser hallado, llamadle mientras esté cerca.”
La lógica nos diría que debemos buscar al Señor en todo tiempo, sin pausa.
El profeta dice que lo busquemos mientras puede ser hallado, cuando esté cerca.
Entonces, ¿Cuándo no puede ser hallado, cuándo no está cerca?
Eclesiastés 3:6 dice que hay un tiempo para intentar y otro para desistir.
¿Acaso quiere decir que hay un tiempo para perder contacto con Dios?
El mismo Isaías dice, algunos capítulos más adelante, que las iniquidades del pueblo hicieron que Dios oculte su rostro “para no oír” (Isaías 59:2).
Eso quiere decir que Dios se aparta de nosotros cuando nuestros pecados colman su paciencia.

Hay un tiempo en que el Señor puede no ser hallado. Entonces inútil será que clamemos y lo busquemos porque no querrá oír nuestra voz. Inútil será que clamemos en busca de ayuda cuando le hemos ofendido, porque cerrará sus oídos a nuestra voz, como le ocurrió más de una vez al pueblo de Israel. Pero también es verdad que nunca clamaremos en vano si lo hacemos de todo corazón,
para reconocer nuestros pecados y arrepentirnos.

Hay ocasiones en que pareciera que Dios cierra sus oídos porque Él considera conveniente que experimentemos las consecuencias de nuestras malas decisiones, porque sólo entonces escarmentamos y valoramos la cercanía de Dios. Proverbios describe esas ocasiones en que Dios paga al hombre con la misma moneda con la que lo hemos tratado:
“Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, sino que desechasteis todo consejo mío y mi reprensión no quisisteis, también yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino… Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán de mañana, y no me hallarán. Por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jehová, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía, comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos.” (Proverbios 1:24-31).

No es Dios quien se aleja de nosotros, somos nosotros quienes nos alejamos de Él. Entonces, en efecto, no podrá ser hallado por nuestra culpa, no por deseo suyo, ya que Él dice en otro lugar que apenas abrimos la boca, Él ya sabe lo que queremos decirle. (Sal 139:4).

Jesús dijo una vez a los judíos:
“Me buscaréis y no me hallaréis.” (Juan 7:34). Él vino a la tierra para buscar a los suyos, pero ellos lo rechazaron y hasta lo mataron. Entonces Él dijo que se iría a un lugar donde ellos, los que lo rechazaron y asesinaron, no podrían ir (Juan 8:21).

De nosotros depende pues que se deje hallar, pese a que su deseo es tener siempre comunión con nosotros. Pero si lo ofendemos, si contristamos su Santo Espíritu, difícilmente podremos hallarlo para tener comunión con Él, aunque lo busquemos.

La intimidad con Jesús debe ser cultivada diariamente. Si la descuidamos, y nos enfriamos, nos será difícil renovar o recuperar la intimidad perdida. Él se aleja de nosotros porque nosotros nos alejamos de Él. Pero Santiago dice:
“Acercaos al Señor, y Él se acercará a vosotros.” (Santiago 4:8). Si nos hemos alejado de Él, arrepintámonos de nuestra tibieza, pidámosle perdón y busquémoslo nuevamente con ansias renovadas, y Él se dejará hallar como si nunca hubiese cerrado los oídos a nuestra voz. Notemos que según Jeremías, hay una correspondencia semejante entre el buscar y el hallar, pero él agrega un motivo para que al buscar culmine en el hallar: “Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” (Jeremías 29:13) Si el hombre no busca a Dios con toda su alma sino tibiamente, corre peligro de no hallarlo. Pero si lo hace sinceramente, de cierto lo encontrará.

7. “Deje el impío sus caminos y el hombre inicuo sus pensamientos y vuélvase al Señor que tendrá de él misericordia, y a nuestro Dios que es rico en perdonar.”
El profeta hace una invocación apremiante al pecador para que abandone su mala vida y deje de hacer el mal (como se hace en otros lugares del Antiguo Testamento: Isaías 1:16; Salmos 34:14; 37:27) de lo contrario él será la principal víctima de sus propias maldades.

Este versículo es la continuación natural del versículo precedente. Después de haber exhortado a todos a buscar a Dios, Isaías hace un llamado a todos al arrepentimiento, porque así como Dios se deja hallar de todo el que lo busca sinceramente, de igual manera Él no deja de perdonar al que se arrepiente de todo corazón.
¿Y quién no tiene necesidad de arrepentirse si todos, de una manera u otra, le hemos fallado?
Podría pensarse que este llamado al arrepentimiento está dirigido sólo a los que viven alejados de Dios, a los que le han dado la espalda y viven sumidos en una vida pecaminosa; pero no está dirigida sólo a ellos, sino también a quienes se proponen servirle; porque aun éstos están llenos de debilidades y no son perfectos, e incluso, a veces se dejan llevar por la hipocresía.

En este versículo se enuncian los dos aspectos, o pasos, de la conversión. El primero es dejar, abandonar el pecado; el segundo es volverse a Dios. El primero estaría incompleto sin el segundo, porque sin la ayuda de Dios sería imposible perseverar en el buen camino, y muy pronto se recaería en pecado.

Después expresa el motivo por el cual el hombre puede siempre volverse al Señor confiando en que será escuchado, y éste no es otro sino que Dios está siempre dispuesto a perdonar, porque su naturaleza es amor. Pablo escribió:
“Donde abundó el pecado, sobreabundó mucho más la gracia.” (Romanos 5:20)

El habla de los caminos del hombre que se aleja de Dios, es decir, de su conducta, la cual está determinada por sus pensamientos, porque el comportamiento de una persona es consecuencia de lo que piensa. Hay una correlación íntima entre lo que pensamos y lo que hacemos. Nadie hace lo contrario de lo que piensa, sino que su conducta sigue la dirección que sus pensamientos le señalan.

Es cierto en contraparte, que en cierta medida nuestra conducta influye también en nuestros pensamientos, porque una vez tomada cierta dirección equivocada, tratamos de justificarla con argumentos que aplaquen nuestra conciencia. Pero la influencia mayor es la primera.

La misericordia se inclina al perdón. El que es rico en misericordia lo será también en perdones, porque la misericordia lo inclina a eso. El hombre cruel, déspota e implacable, en cambio, es rico en castigar y avaro en perdonar; cultiva sus rencores como si fueran un tesoro y no sueña sino en vengarse.
Pero la naturaleza de Dios es distinta. ¿A cuál de los dos debemos nosotros imitar? Jesús dijo que deberíamos perdonar setenta veces siete, es decir, siempre, para que seamos perfectos como nuestro Padre Celestial, el cual nunca deja de perdonar y ama aún al que lo ofende. ¿Podemos nosotros hacer eso? ¿Amar al que nos injuria? Solamente haciéndolo podremos asemejarnos a Él y ser dignos hijos suyos (Mateo 5:44-48).
8. “Porque mis pensamientos no son (como) vuestros pensamientos, y mis caminos no son (como) vuestros caminos, dice el Señor.”

Este versículo y el siguiente expresan de una manera muy gráfica el abismo que separa al hombre de Dios, cuán diferentes son el uno y el otro.

Esta diferencia se aplica en primer lugar al hecho de que contrariamente al hombre que es rencoroso y vengativo, Dios es misericordioso y perdonador. Ésta no es la única diferencia, pero es quizá la más importante para el hombre en términos prácticos: Dios no se cansa de perdonar y siempre está dispuesto a hacerlo con tal de que el hombre se vuelva a Él sinceramente. Ésta es la realidad de Dios. Él dijo de sí mismo que era
“tardo para la ira y grande en misericordia”. (Éxodo 34:6). Dios perdona al hombre porque lo ama ya que es su criatura, y es consciente de todas sus falencias y debilidades. Él está siempre dispuesto a inclinarse amorosamente al hombre que le pide su ayuda, o que le pide perdón.

Pero no sólo en ese sentido son los pensamientos de Dios y sus maneras de obrar diferentes a las del hombre, sino en muchísimos otros más. La mayor diferencia se deriva del hecho de que Él es eterno, esto es, está fuera del tiempo y, por tanto, su perspectiva es totalmente otra; mientras que el hombre vive en el tiempo; su vida física es temporal y es, por tanto, limitado en comparación.

Dios es omnisciente, lo sabe todo. El hombre es por esencia ignorante y tiene que luchar, como lo ha hecho a través de los siglos, para ampliar sus escasos conocimientos, y ¡cuán limitados son todavía!

Dios conoce todo del hombre; el hombre sólo conoce de Dios lo que Él mismo le ha revelado.

El hombre ignora los secretos más profundos de la naturaleza y de la vida, pero ellos son transparentes para Dios porque Él las ha creado. Por eso es que el hombre debe inclinarse en reverencia delante de Dios para adorarlo, porque él no es nada comparado con Dios:
“¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo visites?” (Salmo 8:4)

Pero cuanto más reconozca el hombre su bajeza y su nulidad, más dispuesto estará Dios a levantarlo y bendecirlo. ¡Reconoce que tus caminos, tus maneras de obrar, tus pensamientos y afectos, son muy distintos de los de Dios, y pídele que Él te llene de los suyos, y te haga comprender misterios que tú nunca soñaste y que tu mente no podría alcanzar!
9. “Porque cuanto son altos los cielos sobre la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos.”
Este versículo compara la altura del cielo con la distancia que separa a los caminos y pensamientos divinos de los caminos y pensamientos humanos; la forma cómo Dios obra, de la manera cómo actúa el hombre. Resumiendo: Los caminos y pensamientos de Dios son celestiales; los caminos y pensamientos del hombre son terrenales. La distancia inconmensurable que separa el cielo de la tierra nos da una idea de la distancia que separa los pensamientos de Dios de los pensamientos del hombre, y por qué los pensamientos de Dios son incomprensibles para el ser humano. El salmo 139 lo expresa bellamente: “Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.” (Salmo 139:6)

Usando la misma figura podríamos decir que Dios ve el panorama humano desde arriba, de muy alto; y su mirada abarca todo el universo, a la vez que el más minúsculo detalle, mientras que la mirada del hombre es limitada, y sólo ve el exterior de las cosas y de las personas; no ve lo que ocurre detrás de las paredes, ni en el interior del alma humana.

El hombre estudia e investiga para saber; Dios conoce todo al instante, porque nada de la realidad le escapa. El escaso conocimiento que tiene el hombre de la realidad física es el resultado de mucho esfuerzo acumulado durante generaciones; Dios lo sabe todo sin esfuerzo alguno, porque lo penetra todo y porque todo lo que existe ha sido creado, diseñado por Él.

Por eso dice el salmo ya citado:
“Mi embrión vieron tus ojos y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que luego fueron formadas.” (Salmo 139:16). La mirada de Dios abarca simultáneamente el pasado, el presente, el futuro y aún las cosas más escondidas de la naturaleza. Ve el engendrar, el crecer de la criatura en el vientre, y el nacer humano; y sabe todo lo que hará cada persona en los años de vida que le conceda, si bien ese conocer suyo de antemano no limita la libertad del hombre.

 Fuente: José Belaunde M.