viernes, 21 de enero de 2011

ESTAS CON JESUCRISTO?


BUSCAD AL SEÑOR MIENTRAS PUEDA SER HALLADO (Isaías 55:6-9)

6. “Buscad al Señor mientras pueda ser hallado, llamadle mientras esté cerca.”
La lógica nos diría que debemos buscar al Señor en todo tiempo, sin pausa.
El profeta dice que lo busquemos mientras puede ser hallado, cuando esté cerca.
Entonces, ¿Cuándo no puede ser hallado, cuándo no está cerca?
Eclesiastés 3:6 dice que hay un tiempo para intentar y otro para desistir.
¿Acaso quiere decir que hay un tiempo para perder contacto con Dios?
El mismo Isaías dice, algunos capítulos más adelante, que las iniquidades del pueblo hicieron que Dios oculte su rostro “para no oír” (Isaías 59:2).
Eso quiere decir que Dios se aparta de nosotros cuando nuestros pecados colman su paciencia.

Hay un tiempo en que el Señor puede no ser hallado. Entonces inútil será que clamemos y lo busquemos porque no querrá oír nuestra voz. Inútil será que clamemos en busca de ayuda cuando le hemos ofendido, porque cerrará sus oídos a nuestra voz, como le ocurrió más de una vez al pueblo de Israel. Pero también es verdad que nunca clamaremos en vano si lo hacemos de todo corazón,
para reconocer nuestros pecados y arrepentirnos.

Hay ocasiones en que pareciera que Dios cierra sus oídos porque Él considera conveniente que experimentemos las consecuencias de nuestras malas decisiones, porque sólo entonces escarmentamos y valoramos la cercanía de Dios. Proverbios describe esas ocasiones en que Dios paga al hombre con la misma moneda con la que lo hemos tratado:
“Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, sino que desechasteis todo consejo mío y mi reprensión no quisisteis, también yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino… Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán de mañana, y no me hallarán. Por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jehová, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía, comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos.” (Proverbios 1:24-31).

No es Dios quien se aleja de nosotros, somos nosotros quienes nos alejamos de Él. Entonces, en efecto, no podrá ser hallado por nuestra culpa, no por deseo suyo, ya que Él dice en otro lugar que apenas abrimos la boca, Él ya sabe lo que queremos decirle. (Sal 139:4).

Jesús dijo una vez a los judíos:
“Me buscaréis y no me hallaréis.” (Juan 7:34). Él vino a la tierra para buscar a los suyos, pero ellos lo rechazaron y hasta lo mataron. Entonces Él dijo que se iría a un lugar donde ellos, los que lo rechazaron y asesinaron, no podrían ir (Juan 8:21).

De nosotros depende pues que se deje hallar, pese a que su deseo es tener siempre comunión con nosotros. Pero si lo ofendemos, si contristamos su Santo Espíritu, difícilmente podremos hallarlo para tener comunión con Él, aunque lo busquemos.

La intimidad con Jesús debe ser cultivada diariamente. Si la descuidamos, y nos enfriamos, nos será difícil renovar o recuperar la intimidad perdida. Él se aleja de nosotros porque nosotros nos alejamos de Él. Pero Santiago dice:
“Acercaos al Señor, y Él se acercará a vosotros.” (Santiago 4:8). Si nos hemos alejado de Él, arrepintámonos de nuestra tibieza, pidámosle perdón y busquémoslo nuevamente con ansias renovadas, y Él se dejará hallar como si nunca hubiese cerrado los oídos a nuestra voz. Notemos que según Jeremías, hay una correspondencia semejante entre el buscar y el hallar, pero él agrega un motivo para que al buscar culmine en el hallar: “Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” (Jeremías 29:13) Si el hombre no busca a Dios con toda su alma sino tibiamente, corre peligro de no hallarlo. Pero si lo hace sinceramente, de cierto lo encontrará.

7. “Deje el impío sus caminos y el hombre inicuo sus pensamientos y vuélvase al Señor que tendrá de él misericordia, y a nuestro Dios que es rico en perdonar.”
El profeta hace una invocación apremiante al pecador para que abandone su mala vida y deje de hacer el mal (como se hace en otros lugares del Antiguo Testamento: Isaías 1:16; Salmos 34:14; 37:27) de lo contrario él será la principal víctima de sus propias maldades.

Este versículo es la continuación natural del versículo precedente. Después de haber exhortado a todos a buscar a Dios, Isaías hace un llamado a todos al arrepentimiento, porque así como Dios se deja hallar de todo el que lo busca sinceramente, de igual manera Él no deja de perdonar al que se arrepiente de todo corazón.
¿Y quién no tiene necesidad de arrepentirse si todos, de una manera u otra, le hemos fallado?
Podría pensarse que este llamado al arrepentimiento está dirigido sólo a los que viven alejados de Dios, a los que le han dado la espalda y viven sumidos en una vida pecaminosa; pero no está dirigida sólo a ellos, sino también a quienes se proponen servirle; porque aun éstos están llenos de debilidades y no son perfectos, e incluso, a veces se dejan llevar por la hipocresía.

En este versículo se enuncian los dos aspectos, o pasos, de la conversión. El primero es dejar, abandonar el pecado; el segundo es volverse a Dios. El primero estaría incompleto sin el segundo, porque sin la ayuda de Dios sería imposible perseverar en el buen camino, y muy pronto se recaería en pecado.

Después expresa el motivo por el cual el hombre puede siempre volverse al Señor confiando en que será escuchado, y éste no es otro sino que Dios está siempre dispuesto a perdonar, porque su naturaleza es amor. Pablo escribió:
“Donde abundó el pecado, sobreabundó mucho más la gracia.” (Romanos 5:20)

El habla de los caminos del hombre que se aleja de Dios, es decir, de su conducta, la cual está determinada por sus pensamientos, porque el comportamiento de una persona es consecuencia de lo que piensa. Hay una correlación íntima entre lo que pensamos y lo que hacemos. Nadie hace lo contrario de lo que piensa, sino que su conducta sigue la dirección que sus pensamientos le señalan.

Es cierto en contraparte, que en cierta medida nuestra conducta influye también en nuestros pensamientos, porque una vez tomada cierta dirección equivocada, tratamos de justificarla con argumentos que aplaquen nuestra conciencia. Pero la influencia mayor es la primera.

La misericordia se inclina al perdón. El que es rico en misericordia lo será también en perdones, porque la misericordia lo inclina a eso. El hombre cruel, déspota e implacable, en cambio, es rico en castigar y avaro en perdonar; cultiva sus rencores como si fueran un tesoro y no sueña sino en vengarse.
Pero la naturaleza de Dios es distinta. ¿A cuál de los dos debemos nosotros imitar? Jesús dijo que deberíamos perdonar setenta veces siete, es decir, siempre, para que seamos perfectos como nuestro Padre Celestial, el cual nunca deja de perdonar y ama aún al que lo ofende. ¿Podemos nosotros hacer eso? ¿Amar al que nos injuria? Solamente haciéndolo podremos asemejarnos a Él y ser dignos hijos suyos (Mateo 5:44-48).
8. “Porque mis pensamientos no son (como) vuestros pensamientos, y mis caminos no son (como) vuestros caminos, dice el Señor.”

Este versículo y el siguiente expresan de una manera muy gráfica el abismo que separa al hombre de Dios, cuán diferentes son el uno y el otro.

Esta diferencia se aplica en primer lugar al hecho de que contrariamente al hombre que es rencoroso y vengativo, Dios es misericordioso y perdonador. Ésta no es la única diferencia, pero es quizá la más importante para el hombre en términos prácticos: Dios no se cansa de perdonar y siempre está dispuesto a hacerlo con tal de que el hombre se vuelva a Él sinceramente. Ésta es la realidad de Dios. Él dijo de sí mismo que era
“tardo para la ira y grande en misericordia”. (Éxodo 34:6). Dios perdona al hombre porque lo ama ya que es su criatura, y es consciente de todas sus falencias y debilidades. Él está siempre dispuesto a inclinarse amorosamente al hombre que le pide su ayuda, o que le pide perdón.

Pero no sólo en ese sentido son los pensamientos de Dios y sus maneras de obrar diferentes a las del hombre, sino en muchísimos otros más. La mayor diferencia se deriva del hecho de que Él es eterno, esto es, está fuera del tiempo y, por tanto, su perspectiva es totalmente otra; mientras que el hombre vive en el tiempo; su vida física es temporal y es, por tanto, limitado en comparación.

Dios es omnisciente, lo sabe todo. El hombre es por esencia ignorante y tiene que luchar, como lo ha hecho a través de los siglos, para ampliar sus escasos conocimientos, y ¡cuán limitados son todavía!

Dios conoce todo del hombre; el hombre sólo conoce de Dios lo que Él mismo le ha revelado.

El hombre ignora los secretos más profundos de la naturaleza y de la vida, pero ellos son transparentes para Dios porque Él las ha creado. Por eso es que el hombre debe inclinarse en reverencia delante de Dios para adorarlo, porque él no es nada comparado con Dios:
“¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo visites?” (Salmo 8:4)

Pero cuanto más reconozca el hombre su bajeza y su nulidad, más dispuesto estará Dios a levantarlo y bendecirlo. ¡Reconoce que tus caminos, tus maneras de obrar, tus pensamientos y afectos, son muy distintos de los de Dios, y pídele que Él te llene de los suyos, y te haga comprender misterios que tú nunca soñaste y que tu mente no podría alcanzar!
9. “Porque cuanto son altos los cielos sobre la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos.”
Este versículo compara la altura del cielo con la distancia que separa a los caminos y pensamientos divinos de los caminos y pensamientos humanos; la forma cómo Dios obra, de la manera cómo actúa el hombre. Resumiendo: Los caminos y pensamientos de Dios son celestiales; los caminos y pensamientos del hombre son terrenales. La distancia inconmensurable que separa el cielo de la tierra nos da una idea de la distancia que separa los pensamientos de Dios de los pensamientos del hombre, y por qué los pensamientos de Dios son incomprensibles para el ser humano. El salmo 139 lo expresa bellamente: “Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.” (Salmo 139:6)

Usando la misma figura podríamos decir que Dios ve el panorama humano desde arriba, de muy alto; y su mirada abarca todo el universo, a la vez que el más minúsculo detalle, mientras que la mirada del hombre es limitada, y sólo ve el exterior de las cosas y de las personas; no ve lo que ocurre detrás de las paredes, ni en el interior del alma humana.

El hombre estudia e investiga para saber; Dios conoce todo al instante, porque nada de la realidad le escapa. El escaso conocimiento que tiene el hombre de la realidad física es el resultado de mucho esfuerzo acumulado durante generaciones; Dios lo sabe todo sin esfuerzo alguno, porque lo penetra todo y porque todo lo que existe ha sido creado, diseñado por Él.

Por eso dice el salmo ya citado:
“Mi embrión vieron tus ojos y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que luego fueron formadas.” (Salmo 139:16). La mirada de Dios abarca simultáneamente el pasado, el presente, el futuro y aún las cosas más escondidas de la naturaleza. Ve el engendrar, el crecer de la criatura en el vientre, y el nacer humano; y sabe todo lo que hará cada persona en los años de vida que le conceda, si bien ese conocer suyo de antemano no limita la libertad del hombre.

 Fuente: José Belaunde M.

SER O NO SER


SER DILIGENTES ANTE DIOS


2 Timoteo 2:15 “Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.”
Hebreos 4:11 “Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia.”

2 Pedro 1:10 “Por lo tanto, hermanos, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió. Si hacen estas cosas, no caerán jamás,”
Todos tenemos que comprender la importancia de mantenernos predicando, incluso a nosotros mismos: “¿Por qué Dios nos ha llamado?”. No solo para ser salvos, también para sufrir por el nombre de Cristo y seguir su causa: que otros vean la verdad de Dios.

2 Corintios 10:18 “Porque no es aprobado el que se recomienda a sí mismo sino aquel a quien recomienda el Señor.”

El que nos aprueba es Dios, no los hermanos.
Lo que hagamos, no lo hagamos por popularidad, ni por fama, o por manipular las vidas o personas, sino para que seamos aprobados por Dios.
Gálatas 1:10 “¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo.”

Mateo 13:52 “Todo maestro de la ley que ha sido instruido acerca del reino de los cielos es como el dueño de una casa, que de lo que tiene guardado saca tesoros nuevos y viejos.”

Marcos 4:33 “Y con muchas parábolas semejantes les enseñaba Jesús la palabra hasta donde podían entender.”

Todos aquellos que interpretan la Palabra correctamente, no retienen nada para ellos sino lo comparten y entregan todo de parte de Dios.
Hechos 20:27 “porque sin vacilar les he proclamado todo el propósito de Dios.”

Los siervos de Dios reciben sabiduría.
1 Corintios 2:6 dice “En cambio, hablamos con sabiduría entre los que han alcanzado madurez, pero no con la sabiduría de este mundo ni con la de sus gobernantes, los cuales terminarán en nada.”
Hebreos 5:11-14 “Sobre este tema tenemos mucho que decir aunque es difícil explicarlo, porque a ustedes lo que les entra por un oído les sale por el otro. En realidad, a estas alturas ya deberían ser maestros, y sin embargo necesitan que alguien vuelva a enseñarles las verdades más elementales de la palabra de Dios. Dicho de otro modo, necesitan leche en vez de alimento sólido. El que sólo se alimenta de leche es inexperto en el mensaje de justicia; es como un niño de pecho. En cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual.”
Pablo nos dice que la razón que la gente no crece espiritualmente, es porque en vez de madurar, su actitud voluntaria es de no escuchar y mucho menos de vivir una vida en Jesucristo, en su sana doctrina.

Fuente: Joshua Mojica

viernes, 14 de enero de 2011

50 RAZONES POR LAS CUALES EL VINO A MORIR


LA PASION DE JESUCRISTO


1. PARA ABSORVER LA IRA DE DIOS
Gálatas 3:13
13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
Romanos 3:25
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
1 Juan 4:10
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
2. PARA COMPLACER A SU PADRE CELESTIAL
Isaías 53:10
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
Efesios 5:2
2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.(A)
3. PARA APRENDER LA OBEDIENCIA Y SER PERFECCIONADO
Hebreos 5:8
8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
Hebreos 2:10
10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
4. PARA LOGRAR SU PROPIA RESURRECCION DE ENTRE LOS MUERTOS
Hebreos 13:20-21
20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
5. PARA MOSTRAR LAS RIQUEZAS DEL AMOR DE DIOS Y LA GRACIA PARA LOS PECADORES
Romanos 5:7-8
7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Juan 3:16
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Efesios 1:7
7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
6. PARA MOSTRAR SU AMOR PROPIO PARA NOSOTROS
Efesios 5:2
2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
Efesios 5:25
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
Gálatas 2:20
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
7. PARA CANCELAR LAS DEMANDAS LEGALES DE LA LEY CONTRA NOSOTROS
Colosenses 2:13
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
8. PARA COMVERTIRSE EN UN RESCATE PARA MUCHOS
Marcos 10:45
45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
9. PARA EL PERDON DE NUESTROS PECADOS
Efesios 1:7
7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
Mateo 26:28
28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
10. PARA PROVEER LA BASE PARA NUESTRA JUSTIFICACION
Romanos 5:9
9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Romanos 3:24
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Romanos 3:28
28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
11. PARA COMPLETAR LA OBEDIENCIA QUE SE COMVIERTE EN NUESTRA JUSTICIA
Filipenses 2:8
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Romanos 5:19
19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
2 Corintios 5:21
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Filipenses 3:9
9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
12. PARA QUITAR NUESTRA CONDENA
Romanos 8:34
34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
13. PARA ABOLIR LA CIRCUNSICION Y TODOS LOS RITUALES COMO LA BASE DE LA SALVACION
Gálatas 5:11
11 Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz.
Gálatas 6:12
12 Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo.
14. PARA TRAERNOS A LA FE Y MANTENERNOS LLENOS DE FE
Marcos 14:24
24 Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada.
Jeremías 32:40
40 Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.
15. PARA HACERNOS SANTOS, SIN MANCHA Y PERFECTOS.
Hebreos 10:14
14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
Colosenses 1:22
22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
1 Corintios 5:7
7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.
16. PARA DARNOS UNA CONCIENCIA LIMPIA
Hebreos 9:14
14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
17. PARA DARNOS TODAS LAS COSAS QUE SON BUENAS PARA NOSOTROS
Romanos 8:32
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
18. PARA SANARNOS DE ENFERMEDAD MORAL Y FISICA
Isaías 53:5
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.(A)
Mateo 8:16-17
16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;
17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.(A)
19. PARA DAR VIDA ETERNA A TODOS LOS QUE CREEN EN EL
Juan 3:16
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
20. PARA LIBRARNOS DE LA PRESENTE EDAD MALIGNA
Gálatas 1:4
4 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,
21. PARA RECONCILIARNOS CON DIOS
Romanos 5:10
10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
22. PARA LLEVARNOS A DIOS
1 Pedro 3:18
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
Efesios 2:13
13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
23. PARA QUE PODAMOS PERTENECERLE
Romanos 7:4
4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
1 Corintios 6:19-20
19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros,(A) el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Hechos 20:28
28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
24. PARA DARNOS CONFIANZA PARA ENTRAR EN EL LUGAR SANTISIMO
Hebreos 10:19
19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
25. PARA COMVERTIRSE POR NOSOTROS EN EL LUGAR DONDE NOS CONOCEMOS CON DIOS
Juan 2:19-21
19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?
21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.
26. PARA LLEVAR EL SACERDOSIO DEL ANTIGUO TESTAMENTO A SU FIN Y COMVERTIRSE EN EL SUMO Y ETERNO SACERDOTE
Hebreos 7:23-27
23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;
24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Hebreos 9:24-26
24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;
25 y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
Hebreos 10:11-12
11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;(A)
12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
27. PARA CONVERTIRSE EN UN SACERDOTE QUE SE COMPADECE Y AYUDA
Hebreos 4:15-16
15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
28. PARA LIBERARNOS DE LA FUTILIDAD DE NUESTROS ANCESTROS
1 Pedro 1:18-19
18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
29. PARA LIBERARNOS DE LA ESCLAVITUD DEL PECADO
Apocalipsis 1:5-6
5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Hebreos 13:12
12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
30. PARA QUE ESTEMOS MUERTOS AL PECADO Y VIVAMOS PARA LA JUSTICIA
1 Pedro 2:24
24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
31. PARA QUE PODAMOS MORIR A LA LEY Y LLEVAR FRUTO PARA DIOS
Romanos 7:4
4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
32. PARA QUE PODAMOS VIVIR POR CRISTO Y NO PARA NOSOTROS MISMOS
2 Corintios 5:15
15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
33. PARA HACER QUE SU CRUZ SEA LA BASE DE TODO NUESTRO ORGULLO
Gálatas 6:14
14 Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
34. PARA QUE PODAMOS VIVIR POR LA FE EN EL
Gálatas 2:20
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
35. PARA DAR AL MATRIMONIO SIGNIFICADO PROFUNDO
Efesios 5:25
25 Maridos, amad a vuestras mujeres,(A) así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
36. PARA CREAR UN PUEBLO APASIONADO POR BUENAS OBRAS
Tito 2:14
14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
37. PARA LLAMARNOS A SEGUIR SU EJEMPLO DE HUMILDAD Y AMOR SACRIFICADO
1 Pedro 2:19-21
19 Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente.
20 Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.
21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
Hebreos 12:3-4
3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;
Filipenses 2:5-8
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
38. PARA CREAR UN GRUPO DE SEGUIDORES CRUCIFICADOS
Lucas 9:23
23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.(A)
Mateo 10:38
38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.(A)
39. PARA LIBERARNOS DE LA ESCLAVITUD DEL MIEDO A LA MUERTE
Hebreos 2:14-15
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
40. PARA QUE PODAMOS ESTAR CON EL INMEDIATAMENTE DESPUES DE MORIR
1 Tesalonicenses 5:10
10 quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.
Filipenses 1:21-23
21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
22 Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger.
23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;
2 Corintios 5:8
8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
41. PARA ASEGURAR NUESTRA RESURRECCION DE LA MUERTE
Romanos 6:5
5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
Romanos 8:11
11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
2 Timoteo 2:11
11 Palabra fiel es esta:
Si somos muertos con él, también viviremos con él;
42. PARA DESARMAR A LOS GOBERNANTES Y AUTORIDADES
Colosenses 2:14-15
14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,(A)
15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
1 Juan 3:8
8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
43. PARA MOSTRAR EL PODER DE DIOS EN EL EVANGELIO
1 Corintios 1:18
18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.
Romanos 1:16
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
44. PARA DESTRUIR LA HOSTILIDAD ENTRE RAZAS
Efesios 2:14-16
14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,
16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
45. PARA RESCATAR PERSONAS DE TODA TRIBU, LENGUAJE Y NACION
Apocalipsis 5:9
9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
46. PARA REUNIR A TODAS SUS OVEJAS EN EL MUNDO ENTERO
Juan 11:51-52
51 Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación;
52 y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.
Juan 10:16
16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
47. PARA RESCATARNOS DEL JUICIO FINAL
Hebreos 9:28
28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
48. PARA OBTENER SU ALEGRIA Y LA NUESTRA
Hebreos 12:2
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
49. PARA SER CORONADO CON GLORIA Y HONOR
Hebreos 2:9
9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
Filipenses 2:7-9
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
Apocalipsis 5:12
12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
50. PARA MOSTRAR QUE LA PEOR DE LAS MALDADES ES UTILIZADA POR DIOS PARA BIEN
Hechos 4:27-28
27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,
28 para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. 

 Fuente: Jhon Piper